29 de noviembre de 2012


+ ¿Te quedarás conmigo?
- Claro que sí, siempre.
+ ¿Siempre, siempre?
- Para siempre.
+ ¿Me lo prometes?
- Te lo prefiero demostrar.
+ ¿Yo te lo estoy demostrando? Porque a mi me da la impresión de que no lo hago...
- Sí, me lo demuestras sin querer.
+ ¿Enserio? Por fin me sale algo que quiero hacer...
- Claro que te sale, eres perfecta.
+ Siempre siento que estoy siempre igual contigo, que no hago nada diferente cuando estoy contigo...
- Eres perfecta, cuando estas conmigo, no necesito más, lo único que necesito en este mundo, es a ti.
+ Simplemente, te quiero.
- Yo más princesa, yo más.





Estoy pensando en dar un pequeño giro a mi blog, que se algo más personal, más íntimo, más mío… ahora que se que no lo lee nadie que yo no quiera. Es ahora cuando me siento con la libertad de decir lo que quiera y de la forma que me apetezca. Y ahora mismo me apetece decir que por fin lo he superado, que después de siete largos meses, me he olvidado de él, y que estas serán las últimas palabras que le dedique, aunque en verdad no se merezca ningunas. Ahora me siento bien, me he quitado todos esos complejos que sentía, esas inseguridades y miedos, y ahora me siento libre, a gusto conmigo misma. Ahora soy feliz, y espero serlo por mucho tiempo. He tenido un gran día, y una gran semana y además me he dado cuenta de que estoy rodeada de personas estupendas que me apoyan y me quieren, y que aquellas personas que han decidido alejarse de mi lado, me han hecho un gran favor, a pesar de que la forma en lo que lo han hecho no haya sido la menos dolorosa. 








27 de noviembre de 2012



Cuando las cosas en la vida nos superan, cuando 24 horas al día no son suficientes, recuerda el bote de mayonesa y las dos cervezas:
Un profesor delante de su clase de filosofía, sin decir palabra, cogió un bote grande vacío de mayonesa y procedió a llenarlo de pelotas de golf. Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.
Así el profesor cogió una caja llena de canicas y la vació dentro del bote de mayonesa. Las canicas rellenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el bote estaba lleno y ellos volvieron a decir que sí.
Después el profesor cogió una caja de arena y la vació dentro del bote. La arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor preguntó de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes respondieron con un sí unánime. El profesor rápidamente sacó dos cervezas de debajo de la mesa y vació su contenido en el bote y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes rieron.  
Cuando pararon las risas el profesor dijo: Quiero que se den cuenta de que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan, son cosas que aunque perdiéramos todo lo demás y nada más nos quedaran estas, nuestras vidas aún estarían llenas. Las canicas son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche,...la arena es todo lo demás, las pequeñas cosas.
Si ponemos la arena en el bote en primer lugar no habrá espacio para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con nuestra vida, si utilizamos todo nuestro tiempo y nuestra energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos espacio para las cosas realmente importantes.
Presten atención a las cosas cruciales para su felicidad: jueguen con sus hijos, dense tiempo para ir al médico, salgan con su pareja a cenar, practiquen su afición favorita. Ocupen su tiempo en las cosas que realmente importan, establezcan sus prioridades, el resto es sólo arena.
Uno de los estudiantes levantó la mano y preguntó que representaba la cerveza. El profesor sonrió y dijo: "Me alegro de que hayas preguntado. La cerveza sólo muestra que no importa cuán ocupada tu vida pueda parecer, siempre hay lugar para un par de cervezas con un amigo."



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No puedo vivir sin música, y mucho menos sin reírme mucho cada día. Me encanta hacer el tonto y cometer locuras. Se me da mejor escuchar que hablar. Creo que un beso, un abrazo o una caricia son lo que me hacen ser más fuerte cada día. Que vale la pena sonreír por las cosas más pequeñas e insignificantes, y sin duda alguna hay que cometer errores para aprender de ellos más tarde. Por lo demás soy la chica más normal del mundo.