¿Alguien puede entender que una chica de 17 años que es
guapa, inteligente (o eso dicen), alta, buena persona, rubia de ojos verdes… se
sienta que está en lo más hondo de la mierda? Pues así es, lo siento y creo que
aun podría caer más bajo. Y si sois aquellos que seguís mi blog, y veis que
algunos días estoy súper feliz y otros demasiado hundida, es cierto. Subo
deprisa y no me doy cuenta de lo grande que es la caída y el daño que eso me va
a causar… Pero así es, estoy triste continuamente, lloro continuamente, al
igual que me puedo reír de cualquier tontería. Siento para aquellos que no pueda
ser tan perfecta como se creen que soy, siento no dar la talla como esperan que
haga. A la vez que me quejo de lo mal que me siento por dentro y lo mal que se
encuentra mi cabeza, sé que es egoísta por mi parte quejarme cuando hay personas
que tienen muchos problemas, que realmente lo están pasando mal, sé que soy
realmente egoísta en ese sentido, pero no puedo evitar sentirme así… lo intento
lo juro, pero no consigo ser como me gustaría. Puede ser que mis objetivos sean
muy altos, o que me ponga demasiadas cosas inalcanzables. La cosa es que me
gustaría cambiar y poder ser “perfecta” pero jamás lo conseguiré, soy demasiado
imperfecta...
29 de diciembre de 2012
28 de diciembre de 2012
La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en
paz. Mucha gente se asusta porque, cuando aparece, derrumba todas las cosas
viejas que encuentra. Nadie quiere desorganizar su mundo, por eso, mucha gente
consigue controlar esta amenaza, y es capaz de mantener en pie una casa o una
estructura que ya está podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas.
Otra gente piensa exactamente lo contrario: se entrega sin pensar,
esperando encontrar en la pasión las soluciones a todos sus problemas. Descarga
sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa
por su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso
sucedió, o deprimida porque algo inesperado acabo destruyéndolo todo.
Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella, ¿cuál de las dos
actitudes es la menos destructiva?
27 de diciembre de 2012
22 de diciembre de 2012
- ¿Ves lo tranquila que está la
superficie del agua?
+ Sí.
- (Lanza una piedra al río). Así era
yo una vez. Y entonces... El agua se agita y revuelve. En eso me convertí.
+
Pero si esperamos un rato, se volverá a aquietar. Volverá a estar en calma.
- Pero la piedra seguirá allí abajo.
Ahora es parte del lago. Tal vez se vea igual que antes, pero ha cambiado para
siempre.
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- Laura
- No puedo vivir sin música, y mucho menos sin reírme mucho cada día. Me encanta hacer el tonto y cometer locuras. Se me da mejor escuchar que hablar. Creo que un beso, un abrazo o una caricia son lo que me hacen ser más fuerte cada día. Que vale la pena sonreír por las cosas más pequeñas e insignificantes, y sin duda alguna hay que cometer errores para aprender de ellos más tarde. Por lo demás soy la chica más normal del mundo.