Esta
noche tuve un sueño. Soñaba que un día imprevisto conocía a un chico imprevisto,
que era mucho más de lo que a primeras parecía.
Era un chico que, aunque no era de esos que cuando le ves dices: ¡es impresionante! Sí que causaba en mi una dependencia absoluta; un chico alegre, simpático, que le gustaba disfrutar, guapo, que no le importaba lo que la gente pensase, y lo mejor de todo, que me deseaba tanto como yo a él.
Era un chico que, aunque no era de esos que cuando le ves dices: ¡es impresionante! Sí que causaba en mi una dependencia absoluta; un chico alegre, simpático, que le gustaba disfrutar, guapo, que no le importaba lo que la gente pensase, y lo mejor de todo, que me deseaba tanto como yo a él.
Soñaba
estar con ese chico después de un día entero, inolvidable, a su lado, que
llegara la noche, tarde, acostarme con él en la cama, imaginando que el resto
de mundo no existe, solo nosotros, solo él y yo...Soñaba que después, por la
mañana, la luz del sol entraría por el visillo de la ventana, creando una luz
tenue pero suficiente como para quitarme el sueño; y al despertarme, estaba ahí,
a mi lado, durmiendo apaciblemente con una sonrisa dibujada en la cara, y yo
mientras esperando su despertar para volver a ver sus ojos mirándome, volver a
pasar un día mas con él. Pero fue entonces cuando el sueño se volvió gris, él tenía
que marcharse de mi lado, tenía que irse de donde fuera que estábamos... En ese
momento sabía que aquel sentimiento iba a ser eterno, porque no sabes lo mucho
que te importa una persona hasta que la pierdes para siempre.
Prometimos
vernos, seguir esta historia de cuento feliz y continuar siendo las personas más
felices del mundo que un día fuimos.
Ahora a las cuatro de la mañana despierta en la vida real, con un ligero mal estar y nostalgia del sueño que había tenido... Porque acostarse y volver a despertar junto a la persona perfecta con la que puedes ser feliz cada uno de los días de tu vida, no tiene precio...
Esa es mi fantasía de cada noche; Ahora más que nunca, deseo que los sueños se hagan realidad.
Ahora a las cuatro de la mañana despierta en la vida real, con un ligero mal estar y nostalgia del sueño que había tenido... Porque acostarse y volver a despertar junto a la persona perfecta con la que puedes ser feliz cada uno de los días de tu vida, no tiene precio...
Esa es mi fantasía de cada noche; Ahora más que nunca, deseo que los sueños se hagan realidad.
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