La pasión está dentro de
todos nosotros. Dormida, esperando, y aún sin desearlo, sin decirlo, se desata,
abre sus fauces y aúlla. Nos habla, nos guía. La pasión nos gobierna a todos y
nosotros obedecemos. ¿Qué remedio nos queda? La pasión es la fuente de nuestros
mejores momentos: la alegría de vivir, la claridad del odio y el éxtasis del
dolor. A veces duele más de lo que podemos soportar. Si pudiéramos vivir sin
pasión, tal vez pudiéramos encontrar algo de paz, pero estaríamos vacíos.
Habitaciones vacías, destartaladas y húmedas. Sin pasión... Estaríamos
realmente muertos.
22 de noviembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Datos personales

- Laura
- No puedo vivir sin música, y mucho menos sin reírme mucho cada día. Me encanta hacer el tonto y cometer locuras. Se me da mejor escuchar que hablar. Creo que un beso, un abrazo o una caricia son lo que me hacen ser más fuerte cada día. Que vale la pena sonreír por las cosas más pequeñas e insignificantes, y sin duda alguna hay que cometer errores para aprender de ellos más tarde. Por lo demás soy la chica más normal del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario