28 de febrero de 2013



 No llores porque ya no es, sonríe porque sucedió. ¿Para qué llorar por aquello que fue? ¿Para qué sufrir recordando que ya no es nuestro? Debemos sonreír, porque sucedió y fue bonito mientras duro, cierto, te rompieron el corazón ¿Para qué rompértelo otra vez pensando que ya no es, que ya no está en tu vida? Sonríe y levanta la cabeza, porque si la agachas, puede que se te caiga la corona, princesa, no derrames más lagrimas, muestra tu sonrisa, porque nunca sabes cuando alguien se enamorara de tu sonrisa y puede que hoy sea ese día, así que sonríe, al mal tiempo buena cara, que después de la tormenta sale el sol, así siempre ha sido y siempre será, así que sal a disfrutar, princesa, enamórate de un amor de verano, que esos son los más bonitos, de alguien que te quiera tal y como eres, que aprecie tu forma de ser, pues mi teoría es que se vive mejor enamorado ¿Quien ha dicho de una persona? Enamórate de esa canción que te trae tantos recuerdos y de esa película que ves una y otra vez, enamórate de la vida, del amanecer, del verano o del chocolate… enamórate de aquel que te ve la persona más guapa recién levantada, sin maquillaje y sin peinar, enamórate de aquella persona que lo de todo por ti, que sienta la necesidad de estar contigo, al igual que tú con él y recuerda, que pronto se convierte en tarde si cambias mañana por ayer.

Sé feliz, sé tú.

 
 

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No puedo vivir sin música, y mucho menos sin reírme mucho cada día. Me encanta hacer el tonto y cometer locuras. Se me da mejor escuchar que hablar. Creo que un beso, un abrazo o una caricia son lo que me hacen ser más fuerte cada día. Que vale la pena sonreír por las cosas más pequeñas e insignificantes, y sin duda alguna hay que cometer errores para aprender de ellos más tarde. Por lo demás soy la chica más normal del mundo.